Casi todos los grandes retailers hoy en día están luchando contra un nuevo  fenómeno conocido como “showrooming”. Bueno, no tan nuevo, probablemente lo hayas practicado sin conocer el término que lo define.

Puntualmente consiste en la practica por la cual, un potencial comprador visita un negocio y prueba un producto que luego compra por Internet a un precio menor.

Los teléfonos inteligentes son actores claves en este tipo de comportamiento, ya que muchas veces los clientes investigan y comparan precios de tiendas online, mientras recorren las tiendas minoristas.

De hecho, recientemente, MercadoLibre lanzó un spot que hace alusión a este tipo de prácticas. Llamado “chequeaste”, invita a sus usuarios a “chequear” o revisar desde las mismas tiendas los precios de los productos que están viendo para comparar con lo que ofrece Mercado Libre.

En este sentido, de acuerdo con una investigación realizada en Estados Unidos por Foresee Results, el 70% de los consumidores utiliza un teléfono móvil en una tienda para investigar y comparar precios. En este contexto, los minoristas se ven obligados a ofrecer incentivos para que sus clientes concreten las compras en su local.

Pero ¿Cuales son los factores que potencian este comportamiento?¿Por qué los consumidores prefieren comprar en línea? Mas allá de los precios atractivos, una encuesta realizada por la firma Harris revela que seis de cada diez clientes (59%) prefieren buscar información del producto en su teléfono que pedirle ayuda a un vendedor.

Es cierto que las tienda aportan un valor específico, acceso a producto, experiencia de compra y disponibilidad inmediata, difícilmente igualable por las tiendas online, sin embargo solo el 15% de los encuestados dijeron que están dispuestos a pagar de más por este diferencial.

En este mismo informe se confirma otro dato: Amazon es el mayor beneficiario de esta tendencia ya que recibe el 57 % de todas las transacciones que los clientes iniciaron a través del showrooming. Del total de clientes que fueron a probar los productos a Best Buy, el 66 % terminó comprando en Amazon y sólo el 12 % compró en las tiendas. Peor es el caso de Wal-Mart, donde sólo el 8% concreto la compra en el lugar

Aunque esta tendencia podría ser condenatoria para los minoristas existen algunas estrategias que están siendo gradualmente adoptadas. Por un lado,  las tiendas comenzaron a ofrecer los mismos precios que los portales online. A su vez se han intensificado los descuentos y las promociones para seguir siendo competitivos.